La Federación Aragonesa de Caza demanda la firma de un convenio sobre el lince

Artículo publicado originalmente en el número de abril del suplemento informativo 'Caza en Aragón'.

La Federación Aragonesa de Caza (Farcaza), que preside Miguel Ángel Girón, no se opone, en principio, a la reintroducción del lince en Aragón; pero en caso de prestar su aprobación a esta iniciativa quiere hacerlo bajo ciertas condiciones. Son dos los ejes fundamentales de su postura. El primero, que se permita la actividad cinegética en las zonas donde se reintroduzca el lince.

El segundo, que no se impida el uso de rehalas en las cacerías de jabalí en esos territorios. Más allá de estos principios generales, la Federación Aragonesa también desea tener seguridad sobre ciertas casuísticas que puedan darse si finalmente se reintroduce el felino, como son las que hacen referencia a los pagos por daños de los conejos en los cultivos o si se diera el infortunio de que algún perro tomara un lince en alguna cacería. En este sentido, la Federación Aragonesa de Caza propone la firma de de un protocolo con la administración autonómica, para que los cazadores aragoneses tengan seguridades acerca de las condiciones en las que se caza y sobre las normativas que afectarán a la caza si el lince está presente.

Miguel Ángel Girón es muy claro en este aspecto. "La Federación Aragonesa y los cazadores aragoneses no nos oponemos a la reintroducción del lince en nuestro territorio; pero queremos seguir cazando. No deseamos que el lince se convierta en una excusa para vernos en adelante con ordenanzas que resultan restrictivas con la caza o incluso prohibitivas".

"Como es evidente, este no es sólo un punto de vista personal, sino que obedece a las consultas que desde la Federación hemos realizado a los presidentes de las sociedades de cazadores en cuyos territorios se puede reintroducir el lince. El criterio es bastante general y compartido. Insisto: no nos oponemos al lince, siempre y cuando podamos seguir cazando en esos cotos. Esta es una premisa básica para nosotros".

Los cazadores entienden que la presencia del lince es, y debe ser, compatible con la caza, al tiempo que contemplan a este felino como un depredador que no causaría graves desequilibrios en las poblaciones de especies de caza menor.

"El lince mantiene a raya a otros predadores, como son los casos de los zorros, las ginetas o los meloncillos», explica Fernando Tello, quien fuera anterior presidente de la Federación Aragonesa de Caza. "Es más –continúa explicando-, los cazadores ya hemos colaborado en otras zonas de España en proyectos de recuperación del lince. En Aragón, hay zonas adecuadas para su reintroducción, sobre todo en aquellas zonas donde se dan superpoblaciones de conejo".

"Nuestros miedos, por decirlo de forma gráfica, no derivan del propio lince, sino de los riesgos de que la administración pueda tomar medidas limitativas con la caza".

El segundo gran eje para los cazadores aragoneses pasa por que se sigan permitiendo las batidas de jabalí y la utilización de rehalas en las mismas, aun habiendo presencia de lince.

Corre en favor de esta demanda el papel de responsabilidad que han desempeñado los cazadores durante estos años pasados para controlar la población de jabalí y, por consiguiente, los riesgos de expansión del virus de la peste porcina africana.

En la administración autonómica, tanto en la actual como en la anterior, es perceptible el reconocimiento de esta labor, de igual modo que perdura la sensibilidad respecto a los graves problemas económicos que causaría este virus si salta a la cabaña porcina, un sector de extraordinario peso e importancia en la economía aragonesa.
Señaladas esta cuestiones cruciales para la Federación Aragonesa de Caza y sus federados, Miguel Ángel Girón también hace referencia al consenso social que se pretende antes de tomar cualquier medida acerca de la reintroducción del lince.

"Quiero recordar –expone Girón– que Alfonso Calvo, director general del Medio Natural del Gobierno de Aragón, declaró que nada se hará en relación al plan de reintroducción del lince si alguien tiene que sufrirlo. Y, desde luego, nosotros no lo queremos sufrir. Planteamos nuestras demandas. Y pedimos que se firme un protocolo con la administración para que nuestros intereses, que, de algún modo, trascienden la propia actividad cinegética, se vean preservados".

En su momento, el director general de Caza y Pesca de la Diputación General de Aragón, Jorge Valero, ya manifestó sus prevenciones respecto a la reintroducción forzosa de predadores en nuestros ecosistemas. "Cualquier reintroducción forzosa de un depredador consideramos que es un error", declaró en comparecencia ante las Cortes de Aragón a raíz del programa de reintroducción del lince. El caso del oso y la contestación social que tiene en el Pirineo están muy presentes.

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